La Ley 20.393 es un avance crucial en la protección de los derechos humanos y la responsabilidad empresarial en Chile. Establece un marco claro para la Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas, siendo pionera en su enfoque al exigir que las empresas implementen protocolos efectivos para prevenir delitos en sus operaciones diarias. En un contexto donde las normativas laborales y de cumplimiento están bajo constante escrutinio, esta legislación se convierte en una herramienta esencial para garantizar que las empresas actúen de manera ética y responsable.
¿Qué es la Ley 20.393 y por qué es importante?
Promulgada el 2 de diciembre de 2009, la Ley 20.393 regula la responsabilidad penal de las personas jurídicas en relación con delitos económicos y de corrupción, entre otros. Según el artículo 1 de la ley, las empresas pueden ser sancionadas penalmente si, en el marco de sus actividades, se cometen delitos como lavado de activos, financiamiento del terrorismo o cohecho, cuando estos son facilitados por la falta de un modelo adecuado de prevención.
Lo que esta ley introduce es la exigencia de contar con un modelo de prevención de delitos bien implementado. Este modelo debe considerar una evaluación de los riesgos asociados a la actividad empresarial, la creación de canales de denuncia seguros y la imposición de sanciones internas en caso de incumplimiento. Además, las empresas deben designar a un responsable de cumplimiento que supervise la correcta aplicación de los procedimientos.
Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas: ¿Qué significa para las empresas?
La Ley 20.393 implica que las empresas deben tomar medidas proactivas para evitar ser partícipes en la comisión de delitos, o de lo contrario, se exponen a sanciones severas que incluyen multas, la extinción de la personalidad jurídica, o la inhabilitación para contratar con el Estado. Estas sanciones son impuestas dependiendo de la gravedad del delito y de la falta de implementación de mecanismos preventivos.
Para evitar estos riesgos, es crucial que las empresas implementen programas de prevención de delitos. Esto no solo las protege de sanciones, sino que fortalece su reputación y las posiciona como organizaciones responsables y transparentes. En un mercado cada vez más consciente de la importancia de la ética empresarial, cumplir con esta ley no es solo una obligación legal, sino una estrategia que puede diferenciar a la empresa de sus competidores.
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Cómo cumplir con la Ley 20.393: Recomendaciones para las empresas
Cumplir con la Ley 20.393 implica que las organizaciones desarrollen un modelo preventivo que se adapte a sus actividades y riesgos específicos. Algunas recomendaciones clave incluyen:
Identificar los riesgos: Las empresas deben realizar un análisis exhaustivo para identificar las actividades dentro de su operación que puedan implicar riesgos delictivos. Esto permite enfocar los esfuerzos en áreas críticas.
Establecer protocolos y procedimientos: Se deben crear mecanismos claros para prevenir y detectar conductas delictivas. Esto incluye la capacitación periódica de los empleados sobre la importancia del cumplimiento normativo y los riesgos asociados.
Asignar un responsable de cumplimiento: Es necesario contar con un encargado de supervisar y asegurar que los protocolos se apliquen adecuadamente. Este responsable debe contar con independencia y acceso directo a la administración.
Casos prácticos y beneficios de la implementación de la Ley 20.393
Empresas que han implementado un sistema de prevención de delitos bajo la Ley 20.393 han visto una reducción significativa de riesgos legales. Además de evitar sanciones, estas empresas han mejorado su imagen pública y han ganado confianza entre sus clientes y socios comerciales. El cumplimiento con la ley no solo protege a las empresas de consecuencias legales, sino que también les otorga incentivos fiscales y mejora su competitividad en el mercado.
Conclusión: La importancia de la ética empresarial
En el marco de la Ley 20.393, promover la ética y la transparencia no solo protege a las empresas, sino que fortalece su posición en el mercado. Las organizaciones que adoptan un enfoque proactivo hacia el cumplimiento normativo demuestran su compromiso con la responsabilidad social y la integridad, elementos clave para su sostenibilidad a largo plazo. En Grupo OTEC, te invitamos a sumergirte en el aprendizaje y la implementación de esta ley, asegurando que tu organización esté alineada con las mejores prácticas legales y éticas.